Perfumista Célia Lerouge-Bénard

En el encantador corazón de Grasse, cuna del arte olfativo, emerge una figura emblemática de perfumada elegancia: Célia Lerouge-Bénard, apasionada guardiana de una tradición que se remonta a más de 170 años, y la primera mujer que guió los destinos de la Maison Molinard hacia nuevas horizontes creativos.

Es dentro de esta ilustre institución, bañada por la fragante herencia de Provenza, donde Célia respira nueva vitalidad, uniendo brillantemente la rica historia de la Maison Molinard con los audaces impulsos de la innovación. Como quinta generación en tomar las riendas, su liderazgo es un himno a la creatividad y la pasión, elementos esenciales que tejen las historias olfativas más sublimes de la excelencia francesa.

La visión de Célia trasciende el simple acto de crear perfumes nicho; evoca una experiencia sensorial que trasciende el tiempo. Cada fragancia es una carta de amor a la historia de la perfumería, detallada con los acentos modernos y artísticos que sólo una mujer imbuida de una pasión salvaje puede aportar. Redefine la poesía olfativa, combinando notas clásicas con ingenio contemporáneo, creando obras fragantes que cautivan la mente y el corazón.

Célia encarna la esencia misma de Maison Molinard, revelando el esplendor de las tradiciones al tiempo que despierta nuevos horizontes. Su temperamento creativo es el pincel que da vida a paisajes olfativos únicos, capturando la riqueza de los campos de lavanda y la delicadeza de las flores exóticas. Cada gota de sus creaciones es una invitación a un viaje sensorial donde la tradición baila armoniosamente con la innovación.

Como pionera, Célia está esculpiendo el futuro de la perfumería con una determinación inspiradora. Ella transforma cada botella en un capítulo de la historia en constante evolución de La Maison Molinard, donde el pasado y el presente se entrelazan en un ballet cautivador. Cada fragancia es una manifestación de su dedicación a preservar el patrimonio mientras escribe una nueva página, celebra la historia y da forma al futuro de la excelencia en fragancias de autor.

Así, Célia Lerouge-Bénard se convierte en el faro de una nueva era para La Maison Molinard, iluminando el camino con su espíritu creativo, su pasión insaciable y su compromiso de perpetuar el legado que ha pasado de generación en generación. En cada botella, encapsula el alma de Provenza, revelando una historia fragante que trasciende los límites del tiempo y el espacio.