Les Bains Guerbois

1978 Bains Douches

Eau de parfum

Nueve de setiembre, en el París de 1978, una noche de duración interminable se desenvuelve en una de las discotecas más desenfrenadas y exuberantes que el mundo ha conocido. Siguiendo la estela de su fragancia sutilmente empolvada, me adentro en la vivacidad de la ocasión. Al final de una majestuosa escalinata, nos aguardan deleites sensoriales personalizados: un Negroni Yuzu para ella, y para mí, un whisky de salvia que despierta los sentidos.
En el aire, las volutas de tabaco rubio desprenden su aroma intrigante. Inclinado contra el imponente mostrador de cedro, mi mirada se posa en ella mientras se contonea con gracia y destreza sobre la pista de baile. Los aromas envolventes de mirra, vainilla y rosa oriental se entrelazan y cautivan mis sentidos, envolviéndome en su seductora esencia.
Por un fugaz instante, cierro los ojos para entregarme plenamente a esta experiencia sensorial. En Les Bains Douches, el tiempo parece detenerse, ya que esta meca de la diversión nunca sucumbe al sueño. La celebración da inicio con las luminosas notas del yuzu, acompañadas por matices florales que brillan con vitalidad, fusionándose en una armonía alegre.
La presencia de la dulce naranja amarga confitada añade un matiz encantador a esta apertura resplandeciente. Con un cambio suave y natural, el corazón de la festividad se revela gradualmente. La davana, con su golosa y almibarada esencia, evoca la reminiscencia de un Old Fashioned, un clásico coctel que encarna el espíritu elegante y refinado de la época.
En medio de todo esto, emerge el tabaco rubio impregnado de notas de vainilla, brindando una sensación de plenitud y voluptuosidad a esta experiencia que replica de manera asombrosa una noche en Les Bains Douches. Cada matiz aromático se entrelaza con maestría, creando un tapiz olfativo que refleja la intensidad, la pasión y la sofisticación de aquel lugar y momento inolvidables.